El calvario que hizo pasar el CNI a Corinna: falsos ‘paparazzis’ y una visita inesperada del Rey emérito
Después de haber sufrido numerosos episodios de persecución a manos del CNI, la princesa Corinna Sayn-Wittgenstein ha decidido presentar una denuncia ante el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales contra Juan Carlos I y los servicios secretos españoles. La ex compañera sentimental del Rey emérito asegura que fue puesta bajo una “vigilancia ilegal”. OKDIARIO ha publicado la totalidad de estos episodios, que arrancaron tras el accidente del ex monarca en Botsuana.
En abril de 2012, una semana después del accidente que el Rey emérito tuvo en África, el que entonces era el jefe de los servicios secretos españoles, el general Félix Sanz Roldán, diseñó la Operación Mónaco: un plan para recuperar los documentos que estaban en poder de la princesa alemana, que sustentaban los negocios internacionales de Juan Carlos I. Corinna recibió dos llamadas telefónicas, una del Emérito y otra de Sanz Roldán, que le comunicaron que le iban a enviar “una gente para garantizar su seguridad”.
La Operación Mónaco se llevó a cabo a través del CNI y para su desarrollo se emplearon fondos reservados. La estrategia consistía en hacerle creer a Corinna que los servicios secretos españoles habían desarrollado un plan para protegerla de los paparazzi que, por aquel entonces, merodeaban por su casa en Mónaco. Sin embargo, la realidad era bien distinta. Sanz Roldán le confesó a Corinna Sayn Wittgenstein que Juan Carlos I, con quien la princesa alemana había mantenido una relación sentimental durante ocho años, estaba al corriente de todo el operativo desplegado en Mónaco. En un email remitido por el general a Corinna, el 17 de mayo de 2012, con el asunto “seguridad”, el general le aseguraba: “Por supuesto, Su Majestad ha sido informado de todo esto”.
Unas líneas antes le decía: “Como podrás recordar, nuestro objetivo desde el momento en el que nos implicamos en este asunto era evitar que cualquier extraño pudiera entrar en tus instalaciones o pudiera intentar acercarse más de la cuenta o invadir tu privacidad”. El ex director del CNI se refería a la contratación de Algiz Security que hizo acto de presencia en la vida de Corinna el 22 de abril de 2012 para, supuestamente, ofrecerle protección de parte de “sus amigos de Madrid”, en referencia a los servicios secretos.
Sanz Roldán, que se comunicaba nuevamente a través de un email con Corinna utilizando la falsa identidad de Paul Bon, le comentaba: “Es un placer para mí asegurarte que nosotros seguiremos cuidando de tus propiedades en Mónaco”. Y se despedía con “mis mejores deseos”.
Una nota amenazante
Tras los episodios de vigilancia de la empresa de seguridad de Mónaco, Corinna se encontró encima de la mesa del salón de su residencia de Mónaco un libro sobre la muerte de Lady Di con una macabra dedicatoria: “Entre Niza y Mónaco hay muchos túneles”. El mensaje era un desagradable recordatorio del accidente de coche en el interior del Puente del Alma de París donde perdió la vida la esposa del príncipe Carlos de Inglaterra.
La ex compañera sentimental del Rey emérito recibía aquel siniestro aviso en medio de sus enfrentamientos con los enviados del CNI. Tras tres semanas soportando cómo los mercenarios y los enviados de Madrid violaban la privacidad de su oficina y su residencia familiar (un apartamento de 150 metros) en Mónaco, la princesa alemana rompió con quienes le prometían protección. Aquellos días de finales de abril y comienzo de mayo de 2012, la mujer que había tenido una relación sentimental con Juan Carlos I durante ocho años tuvo que soportar los peores momentos de su vida. Incluso, llegó a temer por su seguridad personal.
Las amenazas veladas no se limitaron a la dedicatoria del libro, la princesa también recibió una llamada preocupante de alguien que se ocultaba bajo el anonimato en la que le repetía la misma dedicatoria del libro: “Entre Niza y Mónaco hay muchos túneles”
La visita inesperada de Juan Carlos I
Ocurrió en marzo de 2019. Corinna aseguró a OKDIARIO en exclusiva mundial que Félix Sanz Roldán había enviado al Rey emérito a su casa con un «micrófono oculto en un pin de la bandera de España» para «tender una trampa a su exnovia».Así se lo relató a Eduardo Inda y Manuel Cerdán:
«Vino a Londres, a nuestra casa. Me había llamado para decirme que pensaba que debíamos hablar. Yo acepté. Mi hijo y yo lo recibimos de buena fe. Pensamos que había venido a hablar sobre poner fin a esta larga campaña de abuso y acoso contra mí. Por desgracia creo que nos equivocamos. En cuanto entró… porque entró ya con un hombre que sin duda no era su secretario personal. Cuando le pregunté a ese hombre si era su secretario personal, no pudo contestarme. Insistí varias veces y se le veía muy incómodo. Al final vino a admitir que sólo acompañaba al Rey en misiones especiales. Mi personal de seguridad –puse seguridad en aquella ocasión concreta porque no me sentía muy segura– era un tío israelí muy listo. Suelen ser muy buenos. A él le parecía sospechoso también», relató la princesa.
Aquella actitud puso a Corinna en guardia hasta el punto de que le prohibió al acompañante pasar al salón de su residencia londinense. La ex de Juan Carlos se temió lo peor. «El Rey llevaba un pin en la solapa, como una bandera de España, y se comportaba de forma muy rara. No hacía más que echarse hacia delante y preguntarme lo que quería. Así que le pregunté: «¿Estás aquí para hablar de una salida pacífica, constructiva y digna a esto para nuestras familias, o ha preparado el general [en referencia a Félix Sanz Roldán] esta visita?». Me respondió enigmáticamente. Primero empezó a decirme que el general era su mejor… mayor protector, un amigo íntimo… Y después dijo que sin el general… –e hizo un gesto muy raro con la mano– él estaría… Eso fue lo que nos indicó. De pronto me preocupó de veras que el general podía estar usando al ex rey de España como espía. Había venido a Londres con un micrófono oculto, como todos los demás, para tender una trampa a su ex novia. Pienso que a Juan Carlos no se le daba nada bien jugar a ser 007 porque fue simplemente una situación embarazosa y nos quedamos atónitos de adonde habían llegado las cosas», afirmó.
El misterio de los dos Ferrari
Paralelamente a estos hechos, el CNI, durante el desarrollo de la campaña de descrédito contra Corinna, intoxicó a varios medios de comunicación con la noticia fake de que uno de los Ferrari regalados por el emir de Dubái a Juan Carlos I estuvo aparcado en el garaje de la vivienda en Mónaco de la princesa alemana.
OKDIARIO siguió el rastro estos dos vehículos de lujo, valorados en más de 700.000 euros y demostró que nunca fueron utilizados por la princesa alemana. Sus actuales propietarios son un ejecutivo español y la sociedad de un empresario colombiano.
En la conversación que mantuvo con José Villarejo en su domicilio de Londres, Corinna se quejaba del intento de Félix Sanz Roldán para hacer ver a los periodistas de que el Ferrari FF Sabbia al Tramonto de color gris metalizado y de 660 caballos se lo había apropiado ella, tras la ruptura de la compañera sentimental con Juan Carlos I.
Corinna, a OKDIARIO: “Sanz Roldán es el culpable”
«Si el general Sanz Roldán o el Rey Juan Carlos me hubieran comunicado su inquietud acerca de posibles documentos y me hubieran pedido que los devolviera, lo habría hecho de inmediato», afirmó la princesa cuando fue entrevistada en exclusiva mundial por OKDIARIO. «Así que ninguna de esas operaciones encubiertas fueron en realidad necesarias. Pienso que Sanz Roldán se inventó esa leyenda acerca de que yo tenía toda esa información comprometedora para que se autorizara el presupuesto necesario para llevar a cabo esa campaña ilegal de abuso y acoso».
Preguntada si se sentía todavía vigilada por los servicios secretos españoles, Corinna respondió sin dudar: «Sí, ¡ya lo creo! De hecho, la campaña se intensificó durante el confinamiento del Covid. Dirigida a nosotros muy agresivamente en nuestra propiedad. Dispararon a las cámaras de seguridad, a las ventanas de la propiedad. Trataron de jaquear las cámaras de CTV. Nos tienen vigilados, tienen a mi equipo vigilado… No tenemos duda alguna de eso».
La princesa germana está convencida de que Sanz Roldán fue el responsable de la destrucción de la relación con Don Juan Carlos. «Destruir esa relación era su misión porque no me veía bien, y pienso que probablemente no era el único. Lo que cuestiono es que cuando figuras de la clase dirigente no aprueban las relaciones de su Rey, ¿no sería mejor si los hombres tuvieran el valor suficiente para enfrentarse a su número uno, al Rey, en vez de tratar de hundir y destruir a una mujer y a sus hijos?».